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Los 100 azotes

cinturon.jpg

Ahora los irás contando en voz alta, me ordenó.
 
Así lo hice:
 
Uno, ... dos, ...tres, .... El sentido del oído se me agudiza. Estaba muy atenta al grado de intensidad y velocidad en que ese latigazo se acercaba a mi piel. Él lo sabía perfectamente y por eso se recreaba en ello. Agitaba su cinturón con fuerza en el aire como cortándolo de un sablazo, de un golpe seco, sin llegar a tocar mi piel ... Él no sabe que a mi no me asustaba, incluso me hacía sonreír de espaldas a él sin que me viese ... ¿Por qué? Porque confío plenamente en él, sé que incluso me cuida de mi misma. Él cuida de mí, tanto psicológica como físicamente. Y confío porque él me ha demostrado en varias ocasiones y con distintos detalles que a quien mejor domina es a sí mismo.

seis, ... siete, ... algunos azotes me dolían mucho ...
 
once .... otros azotes mas suaves se los agradecía incluso me aliviaban. Alguna vez me regalaba una caricia con el cinturón ... era algo que yo agradecía infinitamente y, mientras, yo aprovechaba para respirar profundamente y prepararme para la próxima explosión del cuero en mi piel ...

doce ... algunas otras veces insistía sobre la misma zona con fuerza y yo me encogía, me giraba e incluso sentía ira y ganas de darle una bofetada o de sujetar su muñeca y arrebatarle el cinturón. Me daba igual ya que fuese una buena sumisa o no, .. ¡me había dolido!, ¡y se iba a enterar de quién era yo!
Pero él me podía, reaccionaba a tiempo previendo todas mis reacciones y me sujetaba con sus fuertes manos ... eso me resultaba muy excitante ... le sentía muy varonil y eso me encanta ... me sujetaba con una sola mano por ambas muñecas a la espalda ... pataleaba pero él ya estaba a salvo ...

veinte, ... veintiuno ... no puedo evitar que mi sexo aun se humedezca cuando lo recuerdo ...
 
veintinueve ... me vuelve a doler ... suplico que pare ... ¡mi Tutor y Dueño es tan indulgente! ... me azota en otro lugar, deja de insistir en esa zona ...

treinta y cinco ... vuelve a intensificar los azotes ... me duele, ... me gusta, ... me excita ...
 
cuarenta y dos ... ¡me duele muchísimo! Creo que quiere poner a prueba mi resistencia. "¡Para, por favor, -le suplico- mi Tutor!". Pienso: "no aguantaré mas". Intuía que quería llegar hasta cien, ...pero pensaba que no sería capaz ni él, ni yo. No lo soporto mas. Pero él parecía confiar en mi, en mi resistencia y en mis deseos de complacerle.

cuarenta y siete ... Mi espalda se comienza a arquear, ... mis dedos se estiran abiertos, ... mis brazos se estiran, ... mi cabeza se inclina hacia mi hombro hasta acariciarlo con la mejilla, disfrutando del roce, ... mis piernas se frotan suavemente una con la otra, ... se acarician mutuamente, ... mis pies hacen lo mismo el uno con el otro, ... mi culito se pone en pompa desafiante para recibir más, ... los tímidos gemidos se van tornando en algo parecido a un ronroneo, ... ummmm ... me siento gatita, ... porque esos latigazos comienzo a sentirlos como si fueran dulces y cuidadosas caricias ...

cincuenta ... me encuentro inmersa en una nube de inconsciencia, ... el roce de las sábanas me excita, ... el sentido del tacto, ... toda mi piel está atenta a cualquier sensación, ... cualquier gota de sudor de mi Tutor en mi espalda o en mis glúteos, ... cualquier roce despistado de sus dedos, ... cualquier movimiento de mi cuerpo sobre las sábanas, ... ya no soy capaz de pensar, ... sólo de sentir
.
 

cincuenta y ocho ... ya estoy lejos de allí, ... pero él continúa comprobando mi resistencia, ... continúa estudiando mis reacciones, ... continúa contemplándome ...

sesenta y dos, ... creo que me ha dolido ahora, ... me veo suplicando, ahí abajo, ... pero él me acaricia, ....mmmm, ... sus manos ... fuertes ... seguras ... me intentan aliviar, ... deseo lamérselas, ... le deseo tanto ...

sesenta y seis ... me siento gata, ... ya no presto tanta atención a los latigazos, ... ahora le deseo muchísimo, ... deseo lamerle todo su cuerpo, ... deseo rozarme con ese hombre tan fuerte, ... deseo que me posea ...

setenta y ocho ... estoy totalmente fuera de mi, ... creo q estoy hasta sonriendo ampliamente, ... ya no existo ... sólo existe él ... es mi centro de atención, ... haz lo que quieras conmigo, mi Dueño, ... te adoro, ... deseo fundirme contigo, ... deseo ser follada por ti, ... te deseo ...

ochenta y tres ... te deseo, ... hazlo, por favor... fóllame mientras continúas, ... casi estoy tocando la luna con mis dedos, ... impúlsame, ... te deseo con todas mis fuerzas ... deseo tu polla dentro de mí ... fundirme contigo ... esa conexión física me llevará al límite, y deseo llevarte a ti también. Por favor, entrégamela, ... ¿no me lo merezco ya? ... me arde mi sexo, está preparado para ti, ... jugoso hasta el desbordamiento ... ven mientras me sigues azotando, ... dolor y placer, ... una locura ...Mi cuerpo se retuerce ... mi sexo necesita un roce para estallar, ... Él no me lo permite. Me sigue sujetando fuertemente ...

ochenta y nueve ... Él, impasible a mis pensamientos, continúa, ... Él decide cuándo lo ha de hacer, ... "ahora aguanta el castigo, mi putita, y demuéstrame lo que puedes llegar a soportar ...".

noventa ... creo que mis nalgas gritan encendidas al rojo vivo ... se quejan, ... pero yo, desde arriba, las aliento: queda poco, ... tranquilas, ... seguro que estaréis preciosas; ... Él es un artista, creedme, ... permitidle que os haga ese tatuaje que mañana, cuando él no esté, me hará revivirlo todo, ... cuando mis ojos os vean mañana reflejadas en el espejo, todo mi cuerpo será recorrido por un escalofrío y esa señal, esa huella, me hará recordar que esto no ha sido un simple sueño. Le volveré a sentir tan cerca que me acariciaré como si él lo hiciera ...

noventa y tres ... intensifica los golpes y cada vez son mas rápidos ... mis glúteos no aguantan mas, ... pero yo sí

noventa y siete ... cien ... Solo Él, ... mi querido Dueño PANTALEÓN, ... solo Él sabe sacarme fuera de mi, ... ya no existo, soy parte de Él, ... me ha domado, ... me ha regalado la inmensa paz, ... me ha hecho una limpieza interna, ... mi cuerpo está exhausto, ... pero sigue contoneándose, ... ya no me duele, ... me siento muy ligera, ... libre de egoísmos, ... de contradicciones, ... de dudas, ... de temores, ... de problemas.
 
Es una droga en estado puro, estoy totalmente embriagada. Cierro los ojos y lo veo todo blanco, ... paz inmensa. El tiempo se ha parado. A él le veo de un color azul claro infinito, ... es mi Domador, ... mi Hombre adorado, ... Me siento muy afortunada y agradecida por quererme tener en sus manos.
 
En esos momentos me hago consciente de que le quiero, pero es sentimiento puro, intenso y espontáneo. No meditado y con proyecciones de futuro. Lo sé porque el corazón me quema, siento cálidas oleadas de cariño, confianza y pasión por él. El resto del mundo se vuelve pequeño y carece de importancia. Siento mi entrega completa al llegar a este punto, porque en esos momentos haría cualquier cosa por hacerle feliz, sin ser consciente de mi existencia. Es tan peligrosa esa forma de querer, no siempre habitual, que sería capaz de lanzarme al vacío si Él me lo pidiese. En esos momentos me dejo completamente en sus manos. ¿Eso es entrega? Sí, así lo creo.

No han pasado apenas cinco minutos después del último azote, cuando escucho mi propia voz ... "¿Sabes, mi Tutor?" ... "Dime, betty boop, mi niñita" ... "Deseo que me azotes más".