
... pero me gusta!
no sé cómo explicarlo, pero no sólo cuando veo a mi Dueño y me hace el amor, o me trata como
a una perrita, mimándome con dulzura o educándome con severidad, o cuando simplemente me mira, ... sino cuando pienso en él,
cuando le siento y cuando yo me siento su perrita, suya y sólo suya (que es todo el tiempo), me siento como flotando, en una
nube ... en un estado de permanente levitación e ilusión ... ¡y soy muy feliz!
siento el vértigo y al mismo tiempo toda la confianza del mundo, siento la entrega, ¡siento que
es como me quiero sentir!
|